Una muerte de mierda
Está claro que morir no es algo que pueda ser bonito, o que se pueda considerar una buena muerte, pero lo que si que está claro es que hay muertes como las típicas de premios Darwin o las de programas como «Mil maneras de morir» que son para echarse las manos a la cabeza.
Esta en concreto se está investigando, puesto que no saben si el problema fue que el pitido del camión de cemento falló, o si la mujer (si, era una operaria) llevaba puesto unos cascos. El caso es que la mujer murió en el acto.