Una cena de 3.300 Euros

gatoUn bilbaíno vence en una subasta benéfica y desembolsa la suma más alta jamás pagada en España por un menú para dos, en El Bulli

Lengua de gato de piña al anís estrellado, brioche al vapor de mozzarella al perfume de rosas, nube de palomita, ventresca de caballa en escabeche de pollo con cebolla y caviar de vinagre, gin-tónic de pepino, aire helado de parmesano con muesli… Y hasta 27 platos más de este tipo degustará el promotor bilbaíno Íñigo Llerena en la cena que disfrutará con su pareja en El Bulli (Rosas), considerado el mejor restaurante del mundo y, por tanto, al alcance de muy pocos.

Más que nada porque pillar mesa en el local de Ferrán Adrià, abierto sólo seis meses al año y con capacidad para únicamente cincuenta comensales, es poco menos que imposible. Pero Llerena lo consiguió. Claro que no a cualquier precio, sino al más alto que jamás se haya pagado en la historia de la gastronomía española.

El empresario vizcaíno dio muestras del poder de su chequera en una reñidísima subasta benéfica celebrada en los elegantes salones del Club de Golf La Quinta de Marbella, en la que pujó junto a conocidos aristócratas, banqueros, empresarios…

3.300 euros, diez veces más del precio habitual, ofreció por darse el capricho de paladear los 33 platos que componen el menú degustación -«la armonía funciona en raciones pequeñas»- del restaurador pionero de la cocina molecular, pero que no puede ver ni en pintura el pimiento rojo.

Aunque para muchos estómagos resulte indigesto pagar semejante cantidad de dinero por una mesa para dos por mucho que Adrià conciba sus creaciones como «un lenguaje» que expresa «felicidad, belleza, humor e incluso provocación», el destino no podía tener mejor causa: los fondos se emplearán en la investigación médica para ayudar a los niños afectados por la epidermiolosis bullosa, una extraña y minoritaria enfermedad conocida popularmente como el «síndrome de la piel de mariposa» por la formación de ampollas ante el mínimo estímulo.

Llerena ha conseguido alimentar aún más el mito de Adrià, pero sus 3.300 euros quedan muy lejos de los 620.000 dólares que pagó el pasado mes de julio Yongpin Duan, un inversor de California de 45 años, por cenar con Warren Buffett, el segundo hombre más rico del mundo. También se trató de una subasta solidaria, pero con una notable diferencia; por aquellos fogones no andaba metido el mejor cocinero del mundo.

Fuente : http://noticias.ya.com

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