Una ardilla sufriendo los efectos de una trampa para ratones
Un hombre estaba arto de despertarse por las noches escuchando unas ratas que corrían por la pared y por el armario, y que además le habían destrozado varios objetos que guardaba en el susodicho armario. Bien, compró unas trampas para ratones, las colocó y de paso puso una cámara. El resultado fue en primer lugar que no se trataba de ratas, si no de ardillas, y en segundo lugar que aunque no consiguió cazarla si que hizo que toda su vida pasase por delante de sus ojos. La dejó seca, aunque poco a poco fue recuperándose