Coitus interruptus versión Stephen Hawking
Pues si… todo el mundo tiene derecho a una alegría de vez en cuando, y con la silla a pocos sitios puede ir, por lo tanto lo mejor es algo rapidito donde surja la ocasión, como un pequeño callejón.
Ojo como el pobre hombre pasa de tener una cara desencajada de placer y susto a ponerse como si no hubiera pasado nada.