Cuando hacer el tonto te cuesta unas cuantas costillas rotas

Este tio vio una montaña de peluches y por unos instantes volvió a convertirse en un n1ñ0. Le sedujo ese montón de acolchados muñecos y decidió saltar sobre ellos, pero lo que no sabía es que debajo de todos esos mulliditos peluches se encontraba una rígida estantería.

Resultado: Alguna costilla rota.

Pajarracos.es no se hace responsable de las imágenes/archivos expuestos. Las fotos han sido enviadas por nuestros usuarios o encontradas en páginas gratuitas. Si alguna de las fotos no deberían estar publicadas o vulnera algún tipo de derechos, no dude en contactar con nosotros y serán retiradas de inmediato.