Cuando entra el apretón
Está claro que a cualquiera nos puede suceder en un día de esos que estamos flojos del vientre y nos entra el apretón, esas irremediables ganas de cagar a toda costa en cualquier lugar.
Eso si, a pocos se nos ocurriría hacerlo en medio de las vías del tren, y menos cuando éste está a punto de pasar. Un susto de muerte.