Nueva forma de voyeurismo
Los hay que se las inventan sobre manera para ver un poco de chicha, incluso para ligar un poco aprovechando lo gracioso de la situación. Solo hace falta un todoterreno teledirigido, con una Barbie y un Ken en su interior y eso si, una cámara para no perder detalle, y un pequeño altavoz para poder charlar con las chicas.
En este caso el tío que lo dirige después de dar vueltas y más vueltas por la playa consigue su propósito con una madura con buenas tetas que parece seguirle el juego.
