La amabilidad china no conoce límites
Al parecer el conductor de esta moto iba mirando el movil y se descuidó, hostiándose contra un pilar.
Los chinos que pasaban por la zona miraban pero ninguno se dignó a parar e intentar ayudar, un gesto que por lo menos en españa es un delito, pero… ya no eso, si no por empatía o humanidad.