El Jaguar y el perro
En condiciones normales, un Jaguar salvaje habría pecado un buen bocado al perro y le hubiera servido de almuerzo, pero en este caso se trata de un jaguar domesticado, criado en cautivad desde pequeño, por lo que en lugar de ver al perro cómo alimento, lo tiene cómo amigo.
No deja de ser curioso y chocante ver cómo este imponente animal juega con el perro y éste está a su entera disposición, con más cara de miedo que otra cosa.